“El deseo de oro no es el oro en sí mismo. Es por los medios de libertad y beneficio que otorga.”
RALPH WALDO EMERSON
Como les contaba en el último post, la parte económica para un estudiante deportista extranjero en Estados Unidos nunca es algo sencillo. Y hoy, dedicándome precisamente a hacer este trabajo, que es ayudar a los estudiantes deportistas internacionales a llegar a las universidades estadounidenses a través de becas, me hizo reflexionar sobre cómo estos estudiantes se vuelven, con el tiempo, económicamente independientes.
Durante mi primer año en la universidad compré varias cosas en los diferentes sitios de internet, generalmente CD, DVD u otros de poco valor. Después de algunos meses recibí por correo una tarjeta de crédito estudiantil a mi nombre y que no había solicitado. La tarjeta Clout estaba dedicada a los estudiantes y venía con un crédito de 600 dólares. ¡Por primera vez en mi vida, tenía una tarjeta de crédito con dinero para gastar! Estaba emocionada e inmediatamente comencé a usar la tarjeta para seguir haciendo estas pequeñas compras, registrándome en sitios web como Netflix (que a principios de la década de 2000 era solo una especie de alquiler de DVD por correo), siempre tratando de pagar al final del mes al menos el importe mínimo.
Entonces, y sin siquiera pensarlo demasiado, unos meses después me notificaron que mi crédito había aumentado a $1000 dólares, unos meses después hasta $2000 y antes de darme cuenta tenía más de $5000 para gastar en crédito.
Como luego descubrí, los bancos "hablaban" entre ellos y, luego del primer aumento de crédito, recibí otras propuestas de tarjetas de crédito, algunas con ventajas como la acumulación de millas o puntos para gastar en muchas otras formas: propuestas que yo acepté con mucho gusto, manteniendo siempre el pago de la cantidad mínima y, cuando sea posible, un poco más para no tener que pagar demasiados intereses (¡no es gratis tener una deuda)!
De esta forma, y diría sin casi ningún esfuerzo, pude crear un crédito de más de US$12.000 al finalizar mis estudios que me permitió poder realizar viajes, pequeñas inversiones y también pagar gastos más importantes como una computadora y otros equipos electrónicos.
La pregunta que seguramente se harás es cómo se las arregló para pagar estos gastos: te sorprendería saber que con el trabajo en el campus de la universidad de 20 horas semanales y los veranos entre los campamentos de voleibol, la infinita variedad de trabajos para los estudiantes en las familias cercanas al departamento de atlético de la Universidad así como de los profesores (baby-sitter, dog-sitter, house-sitter, jardinero, etc.) pude cubrir la mayor parte de estos gastos y así dar el primer paso para independizarme económicamente.
La curiosidad por estos temas económico-financieros me llevó a investigar cómo y qué hacer con el dinero disponible ... pero quizás este sea el tema de un futuro post.
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